Rua Montiglio

Yo solo aquí me dedico a cambiar las luces de echo termine un curso municipal en Belo Horizonte no hace mucho llegue cerca de las tres de la tarde y no sabia que habían un perro abrí la reja que estaba entre abierta y pase llame un par de veces pero nadie atendió mi llamado, luego apareció ese perro se notaba muy juguetón solo en un momento recordé que traía mi celular pero a este se le había acabado la batería luego comencé a sentir gritos cual de todos mas fuerte mire desde donde salia y esa niebla la tomo todo el edificio y luego lo que usted sabe oficial dijo el hombre algo mal herido todavía de su cuello colgaba esa extraña piedra dijo esa mujer quien nos miraba desde lejos no se como podía distinguirlo pensé en el sexto sentido ese que no hace ruido ese que no habla y parece viajar sobre el viento hace frio y me fui adentro muchos habían dicho que vendrían pero a esta hora cerca de las seis me encontraba solo por completo aquí es como si estuvieran dando algo importante por televisión. Que piensas crees que te crean eso dijo la mujer que ese día me había llamado su voz parecía distinta ahora que estaba sentada frente a mi.

Después de eso no se como esa niña rubia y su libro donde aparecía ese hombre dejo la fila de gente y se me acerco yo estaba lejos bastante mas lejos de quienes la rodeaban lejos de ese lugar un tanto maravilloso para ambos me dio un abrazo y todos parecían estar como embrujados todos parecían estar viviendo nuestro sueño. Como crees que te crea eso, como lo dijo y en ese momento sirvieron la cena en ese lugar tan frio sopa dijeron quieres mas sopa ella no estaba de eso estaba seguro ella había crecido tal vez son siempre los mismos lugares pero sus ojos traviesos me miraban no se de que lugar, no se de que lugar la segunda vez que lo dijo no estaba bromeando sus ojos brillaron como rubi. Basta, basta mi edad nunca les ha importado dije me levante ofuscado mi corazón parecía un delirio dentro de mi pecho y la música de chico buarque podía escucharlo a lo lejos no se de donde viajaba de sao paulo a minas gerais el clima estaba agradable no recuerdo que año era pero allí supe que en ese mar de dudas seria el camino de regreso a hasta bahia que en ese calendario por ese momento se veía lejano eran simple vacaciones y mi estomago estaba pesado pesado como una piedra mientras el bus viajaba como tirado por el viento preguntándose donde la encontraría donde sentí como si dentro de mi algo iba explotando lentamente como una sensación ingrata.

Llegamos como lo habíamos echo durante el tiempo que estuvimos estudiando allí, mis amigos estaban algo nerviosos no se porque razón no lograba entenderlos del todo, les dije que en ese lugar hacia ya tiempo estaba un internado y que uno de mis amigos una noche salio con una linterna me dijo que no tuviera miedo que con esa linterna recargable los niños pesados de las casas no nos molestarían abrió las llaves del baño mientras lo miraba el viento soplaba bastante fuerte y unos niños de esos algo formalitos están rondado le dije que tuviéramos cuidado no siempre ahí que confiarse demasiado me dijo que las hachas que vio entrar esa mañana debían estar por allí, hachas dije y para que serian, me dijo que tampoco lo sabia. Al parecer sintió algo extraño yo mire un par de cosas en ese baño y la lluvia comenzó a caer pero no como lo había echo la vez anterior esta vez era una tormenta ven vamonos dijo y le seguí por lo menos esas hachas no se veían debió ser tu imaginación.

Regresamos por donde mismo habíamos llegado pero en un momento se detuvo y regreso al parecer escuchaba algo no se que seria espera aquí yo iré dijo y se alejo por el pasillo esa casona anteriormente había sido un hospital según había sabido yo por otras circunstancias allí se habían echo variados experimentos con niños llamadas lobotomias pero con instrumentos muy poco sofisticados ese hombre de apellido Wellmandy las practicaba con unas agujas que colocaba en los ojos sin ninguna restricción debido a que esos niños eran considerados una carga social los gritos eran infernales y la mayoría de las veces lo acusaron en la policía.

El electricista dijo que después de ver a ese perro algo le sucedió que se volvió de otro color y sus ojos estaban rojos casi iluminados por una luz sanguinolenta el policía siguió anotando eso sin prestarle mucho asunto pensando que lo que ese hombre decía era producto de su locura.

Los automóviles seguían circulando por la avenida la rua de montiglo como se conocía la noche estaba fría y regresábamos a casa después de ese concierto jazz en uno de los semáforos aparecieron varios niños tomados de la mano llevaban unas bolitas en unas bolsas y nos quedaron mirando sentí mucho miedo se trataban de niño de un hogar o fundación que irían a la biblioteca al otro lado de la ciudad la hora era inadecuada se quedaron en el paradero y traban de mantener el calor estando juntos, unos perros vagos pasaron y les ladraron mientras nosotros seguimos camino a casa, ademas llevábamos un pollo era sexta feira y algunas bebidas que pasamos a comprar en uno de esos negocio de comida rápida el sonido de ese concierto me seguía dando vueltas en la cabeza.

Al electricista termine de tomarle los datos, no era necesario que lo detuviéramos ademas fue bastante cooperador regresamos al cuartel cerca de las 8 de la noche algunas sirenas de automoviles particulares sonaban y varia gente regresaba de sus trabajos el tren subterráneo estaba abarrotado de gente según decían en la radio oficial donde ademas escuchaba música bahiana esa que en varias ocasiones me hacia regresar a esa antigua casa que había olvidado cerca de minas gerais pensó el policía , esto mientras estacionábamos.

Subimos hasta el segundo piso del cuartel debíamos esperar al capitán quien había ido por unas radiografias se había sentido mal según dijo porque darse escuchando una de esas bandas rockeras callejeras hacia un par de noches en el paseo de la trinidad do boa hacia frio y comenzó a sentir dolores en el pecho, nosotros habían echo risa de esa situación y al parecer no tenia nada de cómico, los informes que teníamos en la mesa de trabajo eran variados un par de ellos los habíamos resuelto pero esta situación del electricista era de lo mas extraña se habían perdido un par de cosas en el interior de esa oficina pero no se sabia cuales mi compañero se quedo cerca del televisor escuchando un musical una canción que me pareció lo lleno de recuerdos su melodía me tenia cansado un par de veces la había puesto en la patrulla mientras afuera el viento y la lluvia arreciaba, cosa extraña para la epoca del año, me pareció como eso cuando lo comento ese chico quien hacia los aseos.

El capitán regreso se notaba cabizbajo nos dijo que debía dejar la fritura y algunas cosas que comíamos en forma habitual en el cuartel sobre todo dijo masas fritas y envelecos dulces se sentó y le prepare un café y se lo serví ademas de un pan con queso que masco con cierto asco y dejo sobre el escritorio y reviso los informes que habíamos echo con mi compañero y los otros de los policías ese día.

Saben dijo me ocurrió algo muy curioso venia de regreso y pase por ese lugar no recuerdo en que calle habían varios juguetes de esos animales prehistóricos en un jardín ademas de pequeños espantapájaros atravesados con agujas. En ese momento por la radio de la jefatura se escucho la voz de una compañera quien decía es una catástrofe son varios niños quien los hemos encontrado con agujas en sus ojos y no tiene explicación su voz parecía horrorizada el capitán dijo debemos ir quizás tenga relación con lo anteriormente investigados.

Eran varios niños que permanecían en sus camas y todos tenían agujas en sus ojos estaban inertes sin vida mientras la oficial y su compañero pasaron al interior de la sala minutos antes la enfermera dijo que había encontrado un celular en el interior de la taza del baño y tenia una iniciales ambos policías están horrorizados al ver la situación sin explicación alguna mientras nosotros íbamos camino a ese lugar de la avenida. Solo el sabor de café de la costa brasileña deja este sabor que me hace olvidar por un instante lo que esos policías deben estar viendo en ese lugar dijo mientras seguiamo camino a ese lugar por un pasaje lateral a la carretera y el miedo nos recorría como la ciudad que comenzaba a oscurecerse y solo ser iluminadas por las estrella a la distancia.